Cuando pensamos en seguridad, casi siempre imaginamos cámaras, alarmas o rejas, pero pocas veces recordamos que la primera barrera de protección está en la cerradura. Elegir la adecuada puede marcar una gran diferencia entre sentirte tranquilo o correr riesgos innecesarios.
Tipos de cerraduras más comunes
- Cerraduras de embutir o empotrar
Son las más utilizadas en puertas principales. Se instalan dentro del canto de la puerta, lo que las hace más discretas y seguras.
- Cerraduras sobrepuestas
Ideales para refuerzos en puertas de metal o madera. Su instalación es más sencilla y visible, por lo que también actúa como elemento disuasorio.
- Cerraduras electrónicas o digitales
Cada vez más populares por su comodidad y control. Funcionan con código, huella o tarjeta, y son perfectas para oficinas, hoteles o hogares modernos.
👉 Marcas como philips y Handy home ofrecen opciones prácticas, resistentes y con diseños elegantes.
- Cerraduras de cilindro o pomo
Las clásicas, perfectas para interiores. Hoy existen modelos como mecanismos reforzados que las hacen más seguras y duraderas.
Elegir bien evita dolores de cabeza
No todas las cerraduras sirven para cualquier puerta.
El material de la puerta, el nivel de exposición y el tipo de acceso (hogar, negocio o industria) determinan qué modelo conviene más
Por ejemplo, para una bodega o portón metálico es mejor una cerradura de sobreponer con pestillo doble, mientras que un acceso principal residencial conviene una de embutir de alta seguridad o digital.
En RALEM te ayudamos a elegir.
Sabemos que la seguridad no se improvisa. Por eso, contamos con cerraduras Philips, Handy Home, DEXTER y otras marcas confiables.